Un fin de semana un borracho va cantando a gritos por la calle mientras vuelve a casa. Cuando está llegando sale su mujer al balcón y le dice:
– ¡Paco no grites más que se está enterando todo el barrio!
A lo que el marido responde:
– ¿Y qué? ¡Prefiero ser un borracho conocido que un alcohólico anónimo!