Había una curva a la que llamaban la curva de la muerte porque siempre que pasaba un automóvil por ella se caía por el barranco. Un policía de tráfico que hacía su turno justo después de la curva vio pasar a dos monjas sin caerse al barranco.Entonces les pregunta:
– ¿Como han hecho para no caerse por el barranco?
Dicen las monjas:
– Porque nosotras siempre vamos con Dios.
– ¡Ajá! ¡Pues aquí está una multa por ir tres en una moto!.