En la plaza estaban un cojo, un sordo, un ciego y un calvo pidiendo limosna. En eso que iba a llegar un policía y el sordo dice:
– Oigo pasos.
El ciego ve al policía y el cojo sale huyendo y en eso que el calvo le dice al policia:
– El sordo lo oyó, el ciego lo vio y el cojo se fue corriendo, para mi que me tomaron el pelo.